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El Kia Rio Hatchback es en definitiva el sedán que todo millenial y Gen Z necesita en su vida. No solo es visualmente atractivo y elegante, sino que tiene toda la tecnología que podrías desear y más.  Tuve la oportunidad de probarlo y conocerlo, y aquí te cuento todo lo que me encantó del Kia Rio Hatchback.

Empecemos por el exterior. Su estética y diseño dinámicos y juveniles llaman la atención al pasar, pues parece un auto de lujo y elegante, pero con la versatilidad de que puedes ir a cualquier lado, ya sea formal o informal, desde una cita en un restaurante caro, hasta a la playa con tus amigos. Es un camaleón. En los detalles podemos apreciar la alta tecnología característica de los coreanos. Los espejos retrovisores cuentan con luces direccionales y puedes controlar el nivel de brillo de las luces nocturnas, lo que te permite ver el camino con claridad aún en la noche más oscura sin necesidad de encender las altas luces. Lo que más me gustó de esto, es que se ve como un auto deportivo, pero con la ventaja que te brinda el no ser “planchado” o a ras del suelo. Los topes no serán un problema. 

Al ser un auto pequeño y compacto, te permite estacionarte en casi cualquier espacio con la ventaja de que cuenta con una pequeña cámara trasera de muy buena calidad que te permite ver el área detrás de ti. Puedes usarla al cien por ciento para estacionarte, pero yo te recomiendo solo usarla de vez en cuando para ubicarte espacialmente, sin dejar de usar tus espejos retrovisores. Y hablando de estacionarte en casi cualquier lugar, ¿quién no se ha encontrado en ese estacionamiento con poco espacio, o en esa calle angosta en la que hay que cerrar los espejos retrovisores para que los coches que pasan no los rompan? Pues el Kia Rio Hatchback tiene una función pensada especialmente para estos casos. Se trata de un botón en la puerta del lado del conductor con la imagen de los espejos laterales, y que cuando le haces click, hace que los espejos se cierren (o abran) automáticamente a la vez que emite un parpadeo intermitente con las luces que tienen, avisando que se están moviendo. Para mí, que vengo de un Aveo 2019, fue una maravilla y la más alta tecnología, pero ahí no queda la cosa.

Imaginemos que salimos del trabajo cargando muchas cosas en nuestras manos y se nos olvidó sacar las llaves antes de salir de la oficina. Normalmente, tendríamos que dejar nuestras cosas en el suelo o sobre el mismo coche, sacar las llaves, abrir y guardar todo, pero no con el Kia Rio Hatchback. Algo que me sorprendió es que no necesitas la llave para abrir el coche. Ojo, no se espanten, no significa que todo el mundo lo pueda abrir. Técnicamente necesitas la llave, pero no tienes que meterla en ningún lado pues es de sensor. Con que estés cerca es suficiente para presionar el pequeño botón que está en la manija del conductor y copiloto, para que los seguros se abran y puedas entrar sin mayores complicaciones. Lo mismo sucede con la cajuela. El único inconveniente que le encuentro es que, si estás lo suficientemente cerca, cualquiera puede abrir tu cajuela, pues no tiene un seguro que la bloquee al 100 por ciento. Lo que sí es que esto no te pasará manejando, pues el auto necesita estar completamente detenido, en Parking, para que se pueda abrir la cajuela. 

Hablando de la cajuela, si bien es cierto que es un sedán no muy grande, e incluso podríamos decir pequeño, no hay que dejarnos llevar por las apariencias. Tanto la cajuela como el interior es bastante amplio, especialmente comparado con un Aveo, que por más amplio y grande que pueda ser, el Kia Rio Hatchback le gana, además de ser bastante cómodo y elegante. En su cajuela, que se abre con un botón escondido debajo de la cámara, caben fácilmente 5 bolsas medianas de supermercado y aún queda libre la mitad de la cajuela. 

Pasando al interior, como les venía adelantando, es muy amplio. Me sorprendió bastante esto, pues por fuera se ve pequeño, pero tiene mucho espacio tanto para el conductor y pasajero como para quienes viajen en la parte trasera. Cuenta con todas las funciones normales de un auto automático. Puedes manejarlo en estándar, la velocidad y revoluciones aparecen en el tablero (que es totalmente eléctrico y grande, y te muestra tu velocidad en millas en números grandes para ver y ajustar tu velocidad rápidamente), el panel de control de las ventanas y espejos retrovisores se encuentra en la puerta del conductor y es de fácil acceso, el volante cuenta con botones para cambiar de estación o canción, subir y bajar volumen, contestar y colgar una llamada y otros botones muchos botones creados para hacerte la vida más fácil. 

Pero la razón por la que más me encanta este coche, es la pantalla táctil de 8 pulgadas.  Me gusta porque es muy intuitiva y fácil de usar, puedes ver el mapa, cosa que para alguien como yo que se pierde fácilmente, es una maravilla. Y sobre todo, la activación por voz hace que no mueras en el intento.  Cuenta con un cable para conectar tu celular a la pantalla mediante Android Auto, y lo mejor de todo es que no necesitas una aplicación, forma parte del sistema de tu celular Android. (¿O tal vez solo de mi Samsung porque es su hermano coreano?) Si tienes Apple no te preocupes, también cuenta con Apple CarPlay. En la parte delantera cuenta con solo un puerto USB ya integrado que te permite cargar tu celular al tiempo de conectarlo con la pantalla. En la parte trasera tiene también conexiones USB para que tus acompañantes se mantengan siempre conectados. 

Para finalizar esta reseña, me gustaría resaltar unos cuantos detalles sencillos pero que aprecié mucho. 

  1. Tiene una especie de “brazo” para recargarte mientras esperas a que el semáforo se ponga en verde, y si lo abres es un espacio privado para guardar cosas. Es pequeño pero útil para mantener el coche ordenado y con todo lo que necesitas en tus viajes.
  2. El volante es muy suave. En general todo el coche está hecho con materiales de calidad y se nota que es robusto, lo cual es muy importante, pero el volante me impresionó demasiado pues es suave al tacto, no lastima ni raspa, y se ve hermoso. 
  3. Cuando pasas baches, no se sienten mucho. Es un coche muy ligero y su manejo es suave y constante.
  4. Puedes acelerar de 0 a 100 km/h en aproximadamente 10 segundos, y no se siente pesado, al contrario, es muy ligero.
  5. La cajuela cuenta con una manija baja para que, si eres de baja estatura, puedas cerrarla con más facilidad. Lo que sí es que es muy pesada, así que puede costar un poco de trabajo.