La industria enfrenta caídas superiores al 50% en ventas al mayoreo, aunque observa señales positivas en producción; México Automotriz cuestiona viabilidad de nuevas tecnologías como hidrógeno y electromovilidad
Ciudad de México.— Durante la conferencia de prensa conjunta entre la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), se dio a conocer que las ventas al mayoreo de vehículos pesados continúan en terreno negativo, con una caída acumulada de 53.4% de enero a noviembre de 2025. Rogelio Arzate, presidente de ANPACT, informó que en noviembre se comercializaron 2,809 unidades, un desplome de 56.9% anual, mientras que el segmento de pasaje retrocedió 58.6% con solo 316 unidades. El mercado sigue dominado por el diésel, con 26,726 unidades vendidas en el acumulado, frente a 98 eléctricas, 256 a gas natural y 96 híbridas.
En producción, ANPACT reportó 126,407 unidades fabricadas entre enero y noviembre, de las cuales 123,372 fueron de carga y 3,035 de pasaje. Aunque la producción mensual cayó 28% respecto a noviembre de 2024, alcanzó 13,108 unidades, casi el doble de lo registrado en octubre, lo que Arzate calificó como una señal positiva que acerca nuevamente a niveles del año previo. En fuentes alternativas, la producción acumulada incluye 83 unidades eléctricas y 1,076 a gas natural, con caídas de 36.2% y 30.8%.
En exportación, México envió 103,404 vehículos pesados al extranjero —103,388 de carga y 16 de pasaje— una disminución de 30.5% anual. En noviembre, los envíos totalizaron 10,367 unidades, una baja de 21.9%. Aun así, Arzate destacó que México continúa como líder global, exportando a 14 países, con Estados Unidos como principal destino, seguido por Canadá y Colombia, este último con un crecimiento de 34.9% anual. Por tipo de energía, entre enero y noviembre se exportaron 61 unidades eléctricas y 922 a gas natural, con descensos de 52% y 38% respectivamente; el diésel mantiene el dominio con 10,366 unidades en noviembre y 102,421 en el acumulado.
Las organizaciones también alertaron sobre el incremento en la presión ejercida por los vehículos usados importados. Aunque las importaciones cayeron 19.4% de enero a septiembre, el ratio continúa deteriorándose, pues por cada 100 vehículos nuevos ingresan 69 usados, situación que ANPACT y AMDA calificaron como “terrible para la industria”.
El largo camino hacia la transición de nuevas tecnologías en México
Durante la ronda de preguntas, México Automotriz intervino con un cuestionamiento central sobre nuevas tecnologías, electromovilidad e hidrógeno, al preguntar qué acciones concretas está tomando ANPACT para implementar tecnologías limpias en México, si estas alternativas resultan viables para el mercado nacional y si han sostenido acercamientos formales con organismos como la Asociación Mexicana de Hidrógeno. La pregunta detonó una explicación detallada: ANPACT confirmó que sí existen esfuerzos y diálogo con asociaciones especializadas, además de que varios fabricantes ya cuentan con tecnología lista; sin embargo, advirtió que la infraestructura eléctrica actual impide una transición acelerada. Arzate ejemplificó que sustituir apenas 10% de una flotilla nacional —unos 5,000 vehículos— requeriría 577 gigawatts de energía disponible, capacidad que hoy no tiene el país. Sobre el hidrógeno, reconoció avances de empresas como Cummins, pero señaló que la infraestructura de abastecimiento sigue siendo limitada. Añadió que tecnologías como gas natural y biocombustibles avanzan, aunque requieren fortalecimiento de infraestructura, normatividad e incentivos.
Al cierre del encuentro, ANPACT y AMDA reiteraron la importancia de establecer un programa permanente de renovación vehicular, fortalecer incentivos fiscales, cumplir reglas de origen del T-MEC y proteger al mercado frente a la importación de unidades usadas. Arzate recordó que Norteamérica produce alrededor de 500 mil vehículos pesados al año, frente a 1.5 millones en algunos países asiáticos, por lo que mejorar la integración regional, la competitividad y la productividad es una tarea urgente para el sector.