Ciudad de México.– El rugido del motor se transforma en un zumbido eléctrico, y los talleres mecánicos mexicanos enfrentan su mayor actualización en décadas. Con más de 76,500 vehículos eléctricos e híbridos vendidos en México entre enero y julio de 2025, el cambio ya no es una promesa: es una realidad que llega a toda velocidad.

En este nuevo tablero automotriz, Bosch, líder global en tecnología y servicios, acelera la transición al futuro con un programa integral de capacitación en electromovilidad dirigido a los profesionales de la mecánica automotriz, impulsado a través de su red global Bosch Car Service, la más grande del planeta.

El reto es enorme: más de 260 mil talleres y negocios automotrices en México, que emplean a 2.32 millones de personas, deben reinventarse para atender a los llamados vehículos definidos por software (SDV) —autos tan conectados e inteligentes que su mantenimiento se parece más al de un gadget que al de una máquina tradicional.

“Nuestra experiencia nos permite acercar a los profesionales de la mecánica automotriz opciones de capacitación únicas, alineadas al ritmo al que avanza la tecnología”, afirma Ulises Sosa, director comercial de Autopartes y Servicio Postventa (Mobility Aftermarket) en Bosch México.

Y no es poca cosa: más de 10 mil técnicos automotrices se forman cada año en los Centros de Capacitación Bosch y en la red Bosch Car Service, mediante cursos presenciales y digitales que abarcan desde seguridad vial y eficiencia operativa hasta diagnóstico de sistemas de alto voltaje.

Además, Bosch no avanza solo. Se ha aliado con Alenia, referente en entrenamiento técnico avanzado, y con la Confederación Nacional de Talleres (CNT), que agrupa a más de 114 mil profesionales en México y Latinoamérica. Juntos, ofrecen certificaciones CONOCER y entrenamientos que abarcan desde los fundamentos de la electromovilidad hasta la gestión digital de talleres.

Más allá del conocimiento técnico, esta formación tiene un propósito claro: evitar errores críticos —como intervenir sistemas de frenos sin considerar la interacción electrónica—, cumplir normativas ambientales y mejorar la rentabilidad del negocio.

El mensaje de Bosch es directo: la electromovilidad no espera a nadie. Los talleres que no evolucionen corren el riesgo de quedarse fuera del mapa.

“Con esta visión, Bosch apuesta porque México no sea un espectador, sino protagonista en la transformación de la movilidad”, subraya Sosa.

El taller del futuro ya está aquí. Y no huele a gasolina, sino a innovación.

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