*Se registra un crecimiento en las ventas de Ford, General Motors y Toyota para evitar los aranceles
A principios de abril, la administración del presidente Donald Trump impuso un arancel del 25% sobre los coches fabricados íntegramente en el extranjero, y un nivel equivalente a principios de mayo a los componentes importados para su ensamblaje en Estados Unidos.
Las armadoras estadounidenses se anticiparon y en el caso de Ford, aplicó una política de venta agresiva, ofreciendo a los clientes los mismos beneficios que a sus trabajadores en algunos modelos.
Esto trajo como resultado que no sólo Ford, sino también General Motors y Toyota, tuvieran un fuerte aumento de ventas en el segundo trimestre en Estados Unidos respecto al mismo periodo del año pasado, principalmente porque los compradores apresuraron sus compras antes de la entrada en vigor de los aranceles.
El pasado martes, Ford hizo un comunicado en el que registró un crecimiento del 14%, dando como resultado un aumento en su cuota en el mercado estadounidense hasta el 14.3%, es decir, 1.8 puntos más respecto al primer trimestre.
General Motors (GM) también obtuvo buenos resultados, con un aumento del 7%. La cuota de mercado de la empresa con sede en Detroit se situó en el 17,4% del mercado estatal.
Además, Toyota, tercera marca por cuota de mercado en Estados Unidos, solo registró una subida de las ventas del 0,1% en junio respecto al mismo mes del año anterior, mientras que estas crecieron un 7% durante el segundo semestre.
En el periodo de abril a junio, destaca la marca Lexus (+8%). Otras marcas importantes en Estados Unidos, como Hyundai (+10%) y Honda (+8%), también obtuvieron buenos resultados.
Mientras las políticas arancelarias sigan en pie, será un reto para la industria de automotores poder manejar sus operaciones y sus costos, sin embargo, compañías como las antes mencionadas han sabido sobrellevar el temporal para salir avante mientras se ajustan los acuerdos y tarifas entre Estados Unidos y el resto del mundo.