*La venta de vehículos de energía eléctrica e híbridos han aumentado en los últimos años, sin embargo, ¿México está preparado para sustentar las demandas energéticas?
De acuerdo con los datos que presentó la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) con información del RAIAVL del INEGI, en el periodo enero-mayo 2025 la producción de vehículos eléctricos e híbridos fue de 97,828 unidades contra las 52,602 del mismo periodo del 2024.
De igual manera, la venta de vehículos híbridos, híbridos conectables y eléctricos creció en el mes de mayo 23.7%, con una participación del 9.3% de las ventas totales nacionales, de los cuales, 77% fueron híbridos, un 16% eléctricos y un 7% híbridos conectables.
Con base en los datos antes mencionados, observamos la disposición que se ha tenido en los últimos años de adquirir un vehículo con esta tecnología, lo cual es sumamente encomiable, pues refleja mayor conciencia del medio ambiente por parte de los consumidores.
Sin embargo, ante la introducción de estas nuevas energías, surge la cuestión de la viabilidad a largo plazo de los autos eléctricos, pues, al menos en México, es un hecho que la infraestructura no da para sustentar a la creciente demanda de energía que requieren dichas unidades. Tal es el caso de los vehículos de carga, que ya están llegando al mercado mexicano.
Por tomar un ejemplo, la armadora sueca, Scania, hace un par de semanas presentó en México el BEV 3 45R 6x2, su primera unidad eléctrica, 100 por ciento libre de emisiones, que aseguran tiene la potencia y capacidad de carga suficientes para la operación diaria, pero de distancias limitadas.
Al respecto, Jorge Navarro, director comercial de camiones y autobuses de la marca en México,comenta que aunque el mercado de camiones eléctricos ya está listo para tomar las carreteras con unidades cero emisiones, los distribuidores consideran que aún no existen las condiciones en el mercado para masificar este tipo de unidades, porque podrían comprometer el sistema eléctrico nacional, por lo que ve la necesidad de una mayor coordinación entre la CFE y la iniciativa privada.
Se requiere de toda una infraestructura que sea capaz de suministrar la energía y la potencia requerida para sustentar la llegada de estos nuevos vehículos. Para ello, es necesario colocar transformadores nuevos, cableado especial y software de administración energética.
Retomando el ejemplo del nuevo camión de carga de Sacnia, la autonomía de estos vehículos no permite aún cubrir trayectos largos: el tractocamión eléctrico alcanza hasta 350 kilómetros por carga, que lo hace viable solo para rutas cortas como el trayecto México-Toluca o México-Cuernavaca, por lo tanto, es necesario invertir en puntos de carga, ingeniería, red eléctrica, y capacitar a técnicos que puedan trabajar con cables de 400 a 600 voltios sin riesgo.
Por el momento, México sigue en los inicios de estas nuevas energías y requerirá de una gran inversión para la infraestructura, una mayor participación de empresas privadas, así como la cooperación entre gobierno y organismos a fin de crear centros de carga capaces de cubrir los requerimientos sin hacer colapsar todo un sistema eléctrico que provea de energía eléctrica a una comunidad entera.
Es un largo camino por recorrer, sin duda es un reto, pero estas tecnologías no van a parar, es momento de unir esfuerzos en colaboración con la Academia, el gobierno, los organismos públicos y privados para crear un sistema energético eficiente, suficiente y sustentable.