*Sus políticas proteccionistas podrían complicar el T-MEC y la competitividad de México, pues ha prometido imponer nuevas tarifas de entre 10% y 20% a las importaciones, y hasta un 100% a 200% en productos chinos
*La imposición de aranceles, podría impactar severamente la cadena de suministro de México debido a su estrecha vinculación con el mercado estadounidense
Ciudades de México.— A inicios de mes se efectuaron las votaciones en Estados Unidos, quedando como presidente electo Donald Trump. En su agresivo discurso de victoria, el mandatario norteamericano no titubeó en sacar a relucir su enfoque proteccionista y su política "America first", planteando un desafío significativo para la logística mexicana.
La reelección de Trump en 2024, confronta, sin duda, al sector de transporte mexicano con posibles nuevas tarifas arancelarias, impactando la industria automotriz. Sus políticas proteccionistas podrían complicar el T-MEC y la competitividad de México, pues ha prometido imponer nuevas tarifas de entre 10% y 20% a las importaciones, y hasta un 100% a 200% en productos chinos, lo que podría impactar severamente la cadena de suministro de México debido a su estrecha vinculación con el mercado estadounidense.
Estas medidas podrían alterar significativamente el comercio bilateral y la relación comercial que ha sido históricamente sólida entre ambos países.
"Estados Unidos primero. No vamos a permitir que otros países se aprovechen de nosotros (…) Recuperaremos nuestros empleos, recuperaremos nuestras fronteras, recuperaremos nuestra riqueza y recuperaremos nuestros sueños”, puntualizó Trump en su discurso como presidente electo. Este tono desafiante, sugiere que las políticas comerciales que marcaron su primer mandato podrían intensificarse en este segundo, aumentando la presión sobre México para adaptarse a un entorno comercial más restrictivo.
La industria automotriz mexicana ha jugado un papel primordial en la relación comercial con Estados Unidos, dado que México es el principal exportador de vehículos al mercado estadounidense. Sin embargo, la amenaza de nuevas tarifas podría encarecer significativamente las exportaciones de automóviles y piezas mexicanas, reduciendo su competitividad frente a otros mercados como Canadá y Europa. Si las tarifas propuestas se implementan y se extienden en el tiempo, las empresas mexicanas podrían enfrentar serias dificultades para mantener márgenes de ganancia, lo que obligaría a algunos fabricantes a replantear su estrategia de producción o incluso considerar la relocalización de operaciones fuera de México para evitar los altos costos arancelarios.
Además, persiste la preocupación en torno a posibles cambios en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Trump ya ha insinuado su intención de renegociar ciertos aspectos del acuerdo, lo que podría incluir cláusulas relacionadas con la producción de vehículos eléctricos y el origen de las partes automotrices. Esto implicaría una revisión exhaustiva de las cadenas de suministro actuales, especialmente aquellas que dependen de piezas importadas de Asia, un punto crítico para las armadoras mexicanas que se han beneficiado de costos más bajos en componentes asiáticos.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, expresó su optimismo respecto a una posible renegociación en 2026, destacando que en 2024 las exportaciones mexicanas a Estados Unidos crecieron un 6.5%, mientras que las importaciones desde el vecino del norte aumentaron un 4.7%. “Es la base de la relación bilateral”, afirmó Ebrard, quien confía en que estas cifras podrían ser un punto de partida para un diálogo constructivo con la nueva administración de Trump.